¿Qué es un balance personal y cómo hacer uno? (incluye ejemplo)
Junto con el estado de resultados personal, el balance personal es una de las principales herramientas de las finanzas personales utilizadas al momento de analizar la situación o realizar la planeación financiera de una persona.
Un balance personal (o balance general personal) es un documento en donde se detallan los activos, los pasivos y el patrimonio que posee una persona en un determinado momento.
Contar con un balance personal le permite a una persona conocer y analizar su situación financiera (especialmente en lo que respecta a su nivel de endeudamiento y al valor de su patrimonio) y así, en base a dicho análisis, poder tomar decisiones o realizar su planeación financiera.
Asimismo, un balance personal le permite a una persona comparar su situación financiera actual con situaciones financieras dadas en otros momentos y así, por ejemplo, saber si está cumpliendo con sus objetivos financieros.
El balance personal suele ser uno de los documentos requeridos por los bancos o entidades financieras al momento de solicitarles un préstamo o crédito personal.
A continuación te decimos los pasos necesarios para elaborar un balance personal:
No confundas el balance personal con el balance general de una empresa. Mientras que el balance personal se enfoca en los activos, los pasivos y el patrimonio que posee una persona, el balance general se enfoca en los activos, los pasivos y el patrimonio con los que cuenta una empresa.
1. Detalla tus activos
En primer lugar haz una lista de todos tus activos, así como el valor estimado de cada uno.
En algunos casos puede ser complicado determinar el valor real de algunos activos. Cuando te encuentres en esta situación debes estimar un valor aproximado procurando ser lo más acertado posible.
Para un mejor análisis los activos se suelen clasificar en activos corrientes (aquellos que pueden ser fácilmente convertidos en dinero en efectivo), y activos no corrientes (aquellos que no son tan fáciles de ser convertidos en dinero en efectivo):
Entre los activos corrientes podemos mencionar:
- dinero en efectivo: el dinero que tenemos ahorrado en casa.
- cuentas bancarias: el dinero que tenemos depositado en alguna cuenta en el banco.
- cuentas por cobrar: el dinero que nos deben por algún préstamo que hayamos realizado.
Entre los activos no corrientes podemos mencionar:
- objetos de valor: joyas, cuadros.
- mobiliario y equipos: muebles, electrodomésticos, equipos de audio, video y sonido.
- vehículos: automóviles, motocicletas.
- inversiones: negocios, títulos valores, depósitos a plazo fijo.
- bienes inmuebles: casas, departamentos, locales comerciales, terrenos.
2. Detalla tus pasivos
Luego de haber detallado tus activos, procede a detallar tus pasivos o deudas, así como el valor de cada uno.
Entre los pasivos podemos mencionar:
- tarjetas de crédito: el saldo a pagar por nuestras tarjetas de crédito.
- préstamos personales: el saldo que nos resta pagar por los préstamos personales que hayamos adquirido.
- crédito vehicular: el saldo que nos resta pagar por el crédito vehicular que hayamos adquirido.
- hipoteca: el saldo que nos resta pagar por la hipoteca que hayamos adquirido.
3. Calcula tu patrimonio
Para conocer el valor de tu patrimonio, simplemente debes restar el valor del total de tus pasivos al valor del total de tus activos.
4. Elabora tu balance personal
Una vez que tienes la información detallada de tus activos, pasivos y patrimonio, procede a elaborar tu balance personal de preferencia en una hoja de Excel u otro editor de hojas de cálculo.
En la columna izquierda señala tus activos y en la columna derecha tus pasivos y tu patrimonio.
Un formato básico y ejemplo de un balance personal que puedes tomar como referencia para elaborar el tuyo es el siguiente:
ACTIVO | PASIVO | ||
Activo corriente | Tarjetas de crédito | 1250 | |
Dinero en efectivo | 2300 | Préstamos personales | 1860 |
Cuentas bancarias | 6600 | Crédito vehicular | 2110 |
Cuentas por cobrar | 850 | Hipoteca | 3450 |
Otros activos corrientes | 460 | TOTAL PASIVO | 8670 |
TOTAL ACTIVO CORRIENTE | 10210 | ||
PATRIMONIO | |||
Activo no corriente | Patrimonio | 25630 | |
Objetos de valor | 550 | TOTAL PATRIMONIO | 25630 |
Mobiliario y equipos | 1490 | ||
Vehículos | 3200 | ||
Inversiones | 2700 | ||
Bienes inmuebles | 13500 | ||
Otros activos no corrientes | 2650 | ||
TOTAL ACTIVO NO CORRIENTE | 24090 | ||
TOTAL ACTIVO | 34300 | TOTAL PASIVO Y PATRIMONIO | 34300 |
Ten en cuenta que, como en todo balance, en un balance personal el total de los activos siempre debe ser igual a la suma del total de los pasivos y el patrimonio.
5. Analiza tu balance personal
Una vez que has elaborado tu balance personal el siguiente paso consiste en analizarlo.
En primer lugar debes prestar atención a tu patrimonio y asegurarte de que sea positivo. En caso de no ser así, significa que debes más de lo que tienes, probablemente debido a que no tienes un buen nivel de ahorros, no cuentas con suficientes inversiones, y/o tienes muchas deudas de préstamos personales.
Luego debes prestar atención a tus deudas y compararlas con tus activos, asegurándote de que cuentas con suficientes activos corrientes como para cancelar las deudas que tengas que pagar en el corto plazo.
Asimismo, debes saber diferenciar entre «deudas buenas» y «deudas malas». Las deudas buenas son las que te hacen crecer financieramente en el largo plazo (por ejemplo, deudas contraídas para adquirir una vivienda o una inversión), mientras que las «deudas malas» afectan negativamente tu situación financiera (por ejemplo, deudas de tarjetas de crédito o préstamos personales). Debes procurar liquidar y evitar estas últimas.
Y luego, debes prestar atención a tus activos y asegurarte de contar con suficientes activos no corrientes que te permitan crecer financieramente en el largo plazo, pero también con suficientes activos corrientes que puedas utilizar ante cualquier eventualidad.
6. Compara tus balances personales
Cada cierto tiempo, ya sea cada mes, cada tres meses, cada seis meses o cada año (mínimo una vez al año), debes elaborar un nuevo balance personal y compararlo con el balance anterior o los balances anteriores y así, poder evaluar cómo ha variado tu situación financiera.
Por ejemplo, puedes comparar si han aumentado o disminuido tus activos, si has logrado reducir tus deudas, en cuánto ha variado tu patrimonio y, en general, si estás cumpliendo con tus objetivos financieros.
7. Toma decisiones
Finalmente, en base al análisis realizado a tu balance personal, debes tomar decisiones que te ayuden a mejorar tu situación financiera; por ejemplo, si tu patrimonio es negativo, podrías tomar la decisión de ahorrar más o de liquidar tus deudas de préstamos personales.
Si tu deuda es alta, podrías tomar la decisión de cortar las tarjetas de crédito que no utilices, ahorrar cada mes un determinado monto de dinero destinado al pago de deudas, elaborar un plan que te permita cancelar tus deudas lo más pronto posible y, sobre todo, dejar de contraer nuevas «deudas malas».
Y si tus activos no te están generando ingresos, podrías tomar la decisión de utilizar el dinero que tienes ahorrado en el banco, el cual no te genera casi ningún interés, e invertirlo en la adquisición de algún instrumento financiero que te ofrezca una buena rentabilidad.