Cómo aprovechar las oportunidades que se nos presentan
Ya sea en nuestros negocios o en nuestra vida misma debemos tener la capacidad para aprovechar las oportunidades que se nos presentan.
Y para ello, lo primero que debemos hacer es estar siempre atentos a la aparición de éstas, siempre pendientes de éstas, siempre pensando en éstas.
En caso de que estemos esperando una oportunidad en particular, debemos saber esperarla con paciencia, pero a la vez buscarla.
Esperar una oportunidad con paciencia implica mantenernos tranquilos, no desesperarnos, no irnos tras la primera oportunidad que se nos presente.
Mientras que buscar una oportunidad podría implicar mantenernos informados, cultivar y mantener relaciones, hablar con ciertas personas que podrían conducirnos a la oportunidad que buscamos, ir a ciertos lugares en donde podríamos encontrar la oportunidad que buscamos, buscar nuevas experiencias, etc.
Al momento de esperar y buscar una oportunidad debemos tener en cuenta lo siguiente:
- prepararse: mientras esperamos y buscamos una oportunidad, debemos aprovechar el tiempo en prepararnos, de tal modo que en cuanto ésta aparezca, sepamos identificarla y aprovecharla al máximo.
- escuchar nuestra intuición: nuestra intuición es capaz de guiarnos hacia el encuentro de una oportunidad, debemos hacerle caso cuando nos diga, por ejemplo, que hablemos con determinada persona o que vayamos a determinado lugar.
- no descartar posibilidades: no debemos descartar posibilidades de encontrar una oportunidad, debemos tener en cuenta que las mejores oportunidades aparecen cuando uno menos las espera, y en los momentos menos pensados.
Una vez que aparezca una oportunidad debemos tener la capacidad para identificarla.
Y luego, una vez identificada una oportunidad, debemos analizarla (para ver si efectivamente se trata de una oportunidad) y aprovecharla lo más pronto posible.
Debemos analizarla lo más pronto posible, sin querer recabar toda la información posible, ni tratar de prever todas las posibilidades.
Y luego, igualmente, aprovecharla y actuar lo más pronto posible, sin querer prepararnos en exceso, o querer planificarlo todo.
Debemos tener en cuenta que si nos demoramos mucho en analizar o aprovechar una oportunidad, al final podríamos terminar encontrando una excusa para no actuar, podría ser demasiado tarde para aprovecharla (oportunidad que podría presentarse una sola vez) o, lo que es peor, alguien más podría terminar aprovechándola antes que nosotros.
Debemos tener en cuenta también que nunca podremos preverlo o planificarlo todo, sino que siempre habrá cierto riesgo que debemos asumir, que ya habrá tiempo en el camino para recabar más información, para prepararnos mejor, o para hacer las correcciones que sean necesarias, y que en caso de que cometamos un error o fracasemos, ello nos hará más fuertes y será ahí en donde más aprenderemos.
Al momento de analizar y aprovechar una oportunidad, debemos tener en cuenta lo siguiente:
- confiar en nuestra intuición: nuestra intuición sabe cuándo una oportunidad es efectivamente una oportunidad, y cuándo no lo es. Si nos dice que debemos aprovechar una oportunidad, no debemos perder más tiempo y actuar aún cuando no nos sintamos preparados; pero si nos dice que no debemos tomarla, no debemos hacerlo por ningún motivo.
- no esperar el momento oportuno: en ocasiones puede que sea necesario ser pacientes y esperar el momento oportuno para actuar, pero en la mayoría de casos el momento oportuno siempre será en cuanto podamos aprovechar la oportunidad. Si nos dedicamos a esperar el momento oportuno puede que al final sea demasiado tarde o que el momento oportuno que tanto esperamos nunca llegue.
- actuar a pesar de lo que digan los demás: la mayoría de las buenas oportunidades no son evidentes y, en algunos casos, hasta parecen insensatas; por lo que es común escuchar las críticas o los comentarios desalentadores de los demás cuando uno se propone aprovechar una de estas oportunidades. Por lo que ante una buena oportunidad, antes que escuchar las críticas o los comentarios negativos de los demás, debemos escuchar nuestra intuición.
- actuar a pesar del miedo: si existe el miedo al momento de aprovechar una oportunidad, debemos identificar si este miedo es producto de nuestra intuición que nos alerta para no tomar la oportunidad, o si es producto de una conducta aprendida, por ejemplo, debido a antiguos fracasos. Si se trata del primer caso, debemos hacer caso a nuestra intuición y no tomar la oportunidad, pero si se trata del segundo caso, no debemos esperar a que el miedo se vaya o disminuya para recién actuar, sino que debemos actuar a pesar de éste, sabiendo que poco a poco se irá desvaneciendo a medida que actuemos.
Una vez que hemos tomado una oportunidad, sabremos que hemos elegido el camino correcto cuando disfrutamos lo que hacemos, y veamos que todo fluye y nos sale bien.
Pero si, por el contrario, empezamos a encontrar obstáculos en el camino o las cosas empiezan a salirnos mal, no debemos declinar tan rápido y procurar superar estos obstáculos, teniendo en cuenta que las cosas podrían mejorar más adelante, o que la oportunidad que hemos tomado podría conducirnos a mejores oportunidades.
Sin embargo, si el camino presenta demasiadas dificultades, así como debemos tener la capacidad para identificar y aprovechar una oportunidad, debemos también tener la capacidad para reconocer que tomamos el camino equivocado y para dar marcha atrás.