Cómo combatir el estrés en 4 pasos
Cierto grado de estrés es beneficioso pues nos da el impuso necesario para superar los problemas y alcanzar nuestras metas; pero cuando el estrés se torna incontrolable, termina por ser perjudicial para nuestra productividad y para nuestra salud.
Como un complemento al artículo anterior: cómo manejar el estrés, les presentamos a continuación un método conformado por cuatro pasos que nos ayudará a combatir el estrés cada vez que éste aparezca:
1. Detener los pensamientos negativos
Cuando surge una situación que nos genera estrés, solemos tener un diálogo interno negativo que agrava el problema; por ejemplo, solemos exagerar la situación o el problema, sacar conclusiones negativas antes de tiempo, ser pesimistas, lamentarnos, criticarnos y hasta insultarnos a nosotros mismos.
Por lo que el primer paso para combatir el estrés cada vez que éste aparezca es procurar detener este diálogo interno negativo que sólo sirve para hacernos sentir peor; por ejemplo, diciéndonos a nosotros mismos palabras como «para», una, dos y hasta tres veces.
Por ejemplo, ante una reducción de las ventas de nuestro negocio, sabemos que hay un problema, pero pensamientos como «mi negocio va a quebrar», «voy a fracasar» o «no nací para ser emprendedor», no solucionan el problema, sino que lo agravan.
2. Respirar profundamente
Una vez que hemos dejado de tener pensamientos negativos que no hacen otra cosa que agravar la situación o el problema y aumentar nuestro estrés, debemos tratar de tranquilizarnos a través de una respiración profunda.
Para ello, debemos inhalar profundamente por la nariz, llenar de aire no sólo la parte superior de los pulmones (la que hace hinchar el pecho), sino también la parte media e inferior de éstos (inflando el abdomen), aguantar la respiración por unos segundos, y luego expulsar el aire lentamente.
Respirar profundamente nos ayuda a relajarnos, pero además, el hecho de concentrarnos en nuestra respiración nos ayuda a alejar de nuestra mente los pensamientos negativos; debemos realizar esta respiración profunda por lo menos unas tres veces.
3. Evaluar la situación objetivamente
Una vez que hemos dejado de tener pensamientos negativos generadores de estrés, y nos hemos tranquilizado a través de una respiración profunda, debemos tratar de evaluar la situación o el problema de la manera más objetiva posible.
Tal como mencionamos anteriormente, cuando surge una situación que nos genera estrés, solemos exagerar las cosas y no ajustarnos a la realidad; por lo que en este paso debemos tratar de evaluar la situación o el problema en su dimensión real, basándonos en hechos y en evidencias, y no en habladurías o en una gran imaginación.
Siguiendo con el ejemplo de la reducción de las ventas de nuestro negocio, una vez que hayamos dejado de tener pensamientos negativos y nos hayamos tranquilizados, podríamos llegar a la conclusión de que la disminución de nuestras ventas no es una prueba de que vamos a quebrar, sino que es un problema que podemos remediar.
4. Remediar la situación
Una vez que hemos evaluado la situación o el problema, si vemos que no hay nada que podamos hacer por remediar la situación o resolver el problema, debemos tratar de dejar de seguir preocupándonos o lamentándonos, procurar olvidarnos del asunto, y ocuparnos de otras cosas que distraigan nuestra mente.
Pero si sí hay algo que podamos hacer, el siguiente y último paso consiste en remediar la situación, lo cual podría significar encontrar una idea positiva que nos tranquilice, buscar mayor información, planificar las acciones que vamos a realizar, o simplemente actuar.
Por ejemplo, ante el problema de la reducción de las ventas, para remediar la situación podríamos tener la idea tranquilizadora de que pase lo que pase saldremos adelante, podríamos investigar las causas de la reducción, podríamos decidir darles una mayor y mejor capacitación a nuestros vendedores, o podríamos simplemente ponernos a trabajar más duro.