Cómo elegir contraseñas seguras
Cada vez son más los servicios que utilizamos en Internet y que requieren de una contraseña para poder acceder a ellos; algunos de ellos: nuestra cuenta de correo electrónico, nuestra cuenta bancaria online, nuestra página web, tiendas virtuales, redes sociales, etc.
A medida que aumenta la importancia de la información que almacenamos en dichos servicios, aumenta también la necesidad de elegir contraseñas que sean seguras (difíciles de adivinar o hackear), pero que, a la vez, sean fáciles de recordar.
Y a medida que aumentan los diferentes servicios en Internet que utilizamos y, por tanto, el número de contraseñas a utilizar, aumenta también la necesidad de encontrar formas eficientes de administrar nuestras contraseñas.
Veamos a continuación algunos consejos para elegir contraseñas seguras, pero, a la vez, fáciles de recordar, y luego, algunos consejos que nos ayudarán a administrar eficientemente nuestras contraseñas:
Consejos para elegir contraseñas seguras:
No utilizar palabras comunes o palabras del diccionario
Por ejemplo, no debemos elegir para nuestras contraseñas palabras como «contraseña» o «password», ni secuencias de números o letras como «123456 » o «abdcef», que por cierto son algunas de las contraseñas más utilizadas.
Utilizar contraseñas que mezclen letras, números y símbolos
Para que nuestras contraseñas sean difíciles de adivinar o hackear, debemos utilizar palabras que mezclen letras (de preferencia tanto mayúsculas como minúsculas), número y símbolos; y, de posible, que incluyan como mínimo ocho caracteres.
Utilizar palabras relacionadas o afines a nosotros
Para que nuestras contraseñas sean difíciles de adivinar o hackear, debemos mezclar letras, números y símbolos, pero para que se nos hagan fáciles de recordar, debemos utilizar palabras relacionadas o afines a nosotros; por ejemplo, podríamos utilizar el nombre de nuestro actor favorito, pero insertando letras, números y símbolos adicionales al comienzo, al medio y al final.
No utilizar contraseñas basadas en información personal
No debemos utilizar contraseñas basadas en información personal que no sea secreta, por ejemplo, no deberíamos utilizar como contraseña nuestra fecha de nacimiento, el nombre de nuestra pareja, el nombre de algún familiar, el nombre de nuestra mascota, nuestro número telefónico, nuestra dirección domiciliaria, etc.
No repetir contraseñas
No debemos elegir contraseñas que ya hayamos utilizado antes para otros servicios, o que sean muy parecidas a éstas. Con tantas contraseñas por administrar, es posible utilizar las mismas contraseñas para diferentes servicios, pero no para servicios importantes, tales como nuestro email o nuestra cuenta bancaria online.
Consejos para administrar contraseñas:
Escribir contraseñas en un lugar seguro
Con tantas contraseñas por administrar, lo normal es que tengamos que escribirlas en algún lugar seguro en caso de que la memoria nos falle algún día. En estos casos debemos elegir un lugar difícil de acceder para cualquier persona.
En caso de elegir un archivo en nuestra computadora, lo ideal es que el nombre del archivo no haga mención a lo que contiene, por ejemplo, deberíamos evitar nombrarlo como «mis contraseñas».
Pero aún así, lo ideal es que nuestras contraseñas no estén escritas tal como son, sino que estén escritas en clave de tal forma que sólo nosotros las podamos descifrar; por ejemplo, si una contraseña incluye nuestro nombre (mezclado, claro está, con otras letras, números y símbolos), en vez de escribir nuestro nombre, podríamos escribir solamente la primera letra de éste.
Tener opciones de recuperación de contraseñas seguras
Cuando se nos olvida alguna contraseña, los servicios en Internet suelen contar con opciones para recuperar nuestra contraseña, puede que, por ejemplo, nos pidan responder algunas preguntas, o nos pidan un email alternativo que hayamos señalado al momento de crear nuestra cuenta.
Por lo que otro consejo sobre la administración de contraseñas no es tanto crear una opción de recuperación de contraseña fácil de recordar, sino, crear una opción de recuperación de contraseña difícil de adivinar para cualquier persona.
Por ejemplo, si un servicio nos pide un email al cual nos enviarán nuestra contraseña en caso de haberla olvidado, en vez de señalar aquél email que siempre utilizamos, es preferible utilizar un email que pocas personas conozcan.
Cambiar contraseñas con regularidad
Finalmente, otro consejo relacionado con la administración de contraseñas es cambiar éstas con cierta regularidad para que, de ese modo, despistemos a quienes estén pretendiendo adivinar o hackear nuestras contraseñas. Lo recomendable es cambiarlas por lo menos una vez cada tres meses.