Cómo reducir el riesgo de una inversión
Toda inversión conlleva un riesgo, algunas en mayor o menor medidas que otras, pero todas con seguridad presentan el riesgo de que el inversionista obtenga malos resultados, lo que incluye la posibilidad de que pierda parte o el total de su dinero.
El objetivo de un inversionista debe ser buscar aquellas inversiones en donde el riesgo sea el mínimo; aunque, por lo general, cuando una inversión presenta un mínimo riesgo, la rentabilidad que ofrece también es mínima, y, por el contrario, mientras mayor riesgo presenta, mayor es la rentabilidad que ofrece.
Sin embargo, aún cuando una inversión ofrezca una alta rentabilidad, podemos siempre procurar reducir al mínimo el riesgo de ésta; veamos algunas formas de cómo lograr ello:
Capacitarse bien
Una forma de minimizar el riesgo al momento de invertir consiste en capacitarse bien.
No debemos asumir que invertir es una tarea sencilla o que basta con encargar dicha tarea a otras personas, sino que si realmente queremos reducir el riesgo de perder nuestro dinero, es necesario que nos capacitemos bien en el tema de las inversiones.
Lo cual implica familiarizarnos con algunos temas relacionados, tales como rentabilidad, diversificación, tendencias de mercado, etc.; y con algunos de los instrumentos o vehículos de inversión existentes, tales como negocios, acciones, bienes raíces, etc.
Recopilar información sobre una inversión
Otra forma de reducir el riesgo al momento de invertir, consiste en recopilar toda la información disponible sobre el activo, instrumento o vehículo de inversión sobre el cual planeamos invertir.
Lo cual implica recoger información sobre sus características, rentabilidad ofrecida (por ejemplo, su tasa de interés en caso de poseer), las características de su mercado, las proyecciones de su mercado, la situación del dueño del activo (en caso de haber uno), etc.
Mientras más información recopilemos sobre una determinada inversión, mejor será el análisis que podremos realizar de ésta.
Analizar bien una inversión
Una vez que hayamos recopilado toda la información disponible sobre una posible inversión, debemos realizar un buen análisis de ésta, con el fin de determinar con la mayor exactitud posible, su rentabilidad, su rendimiento, su periodo de recuperación del capital, su riesgo, etc.
Mientras más riguroso sea el análisis que le realicemos a una posible inversión, menor será el riesgo que asumiremos al momento de invertir en ella.
Conocer cómo funciona una inversión a través de la práctica
Además de recopilar información de una posible inversión, una forma de efectiva de conocer su funcionamiento, o de saber si podríamos llegar a tener éxito en ella, es a través de la práctica.
Por ejemplo, si planeamos invertir nuestro dinero en la Bolsa de Valores, pero no conocemos mucho sobre el tema, podríamos empezar practicando en simuladores de Bolsa que existen en Internet, en donde simulamos invertir en la Bolsa sin hacer uso de dinero real.
O, en el caso de que queramos montar algún negocio, pero no contamos con mucha experiencia sobre ello, podríamos antes procurar conseguir un empleo en algún negocio del mismo tipo que el que planeamos montar.
Buscar un mentor
Otra forma de invertir sin arriesgar demasiado nuestro dinero, es buscando un mentor, es decir, una persona que nos pueda asesorar, entrenar, enseñar o guiar en nuestras inversiones.
Pero para ello, debemos evitar aquellas personas que se dedican a asesorar sin haber tenido éxito en sus inversiones y, más bien, buscar mentores que hayan demostrado tener éxito, especialmente en el campo en el cual queremos incursionar.
Diversificar
Otra forma de disminuir el riesgo consiste en diversificar, es decir, distribuir nuestro dinero en diferentes inversiones, en vez de invertirlo todo en una sola.
Si concentramos todo nuestro dinero en una sola inversión, corremos el riesgo de que dicha inversión obtenga malos resultados, y que lleguemos a perder parte o el total de nuestro dinero.
En cambio, al diversificar y crear un portafolio de inversión, reducimos el riesgo de perder todo nuestro dinero, ya que para que ello suceda, varias de nuestras inversiones tendrían que obtener malos resultados al mismo tiempo.