El verdadero costo de un crédito
El principal criterio que se toma en cuenta al momento de evaluar los diferentes bancos o entidades financieras que puedan otorgarle a una empresa un crédito, es la tasa de interés que cobran.
Sin embargo, la tasa de interés que prometen cobrar los bancos o entidades financieras no es tan representativa, pues existen otros costos adicionales que se incluyen en el préstamo, tales como los gastos de otorgamiento o de mantenimiento, que no suelen mostrarse con claridad, y que elevan el costo del crédito.
Por lo que al momento de evaluar y comparar las diferentes ofertas financieras que existan en el mercado, antes que tomar en cuenta la tasa de interés, lo que en realidad debemos tomar en cuenta es el costo total del financiamiento (conocido como costo efectivo, o costo financiero total), el cual incluye la tasa de interés más los otros costos adicionales.
Veamos un ejemplo, supongamos que queremos adquirir un préstamo de 1000 por un periodo de 5 meses. Supongamos que el banco A nos ofrece cobrar una tasa mensual de 4%, mientras que el banco B nos ofrece cobrar una tasa mensual de 5%.
A primera vista parecería ser que el banco A es la opción más conveniente pues nos cobra la menor tasa, sin embargo, si tenemos en cuenta los costos adicionales incluidos en el préstamo:
Banco A | Banco B | |
Tasa de interés | 4% | 5% |
Otorgamiento | 20 | 0 |
Portes (al mes) | 4 | 2 |
Mantenimiento (al mes) | 3 | 1 |
Costo financiero total (*) | 7% | 6% |
(*) El costo financiero total se obtiene hallando el flujo de las cuotas a pagar y aplicando la fórmula del TIR.
Vemos que el banco A ofrece la menor tasa de interés, pero, teniendo en cuenta los costos adicionales (otorgamiento, portes y mantenimiento) que cobra, el costo total del financiamiento que ofrece es mayor al que ofrece el del banco B, por lo que éste último en realidad sería la opción más conveniente.
Por tanto, la recomendación es que al momento de evaluar un crédito financiero, antes que tomar en cuenta la tasa de interés, lo que en realidad debemos tomar en cuenta es el costo total del financiamiento (el cual el banco o entidad financiera está en la obligación de proporcionárnoslo), que en realidad es la verdadera tasa de interés a pagar.