Innovar o morir
Cada vez más la competencia aumenta para toda empresa, los competidores empiezan a equipararse en la calidad de sus productos, los consumidores se vuelven más exigentes, y el ciclo de vida de los productos se vuelve más corto.
Debido a todas éstas razones, es que hoy en día se hace más válida la frase: «innovar o morir».
Si dejamos de innovar corremos el riesgo de que los consumidores se cansen de lo mismo y busquen lo novedoso en la competencia, de que nuestros competidores imiten nuestros productos y nos hagan perder nuestro liderazgo, de que surjan nuevos competidores y se apoderen fácilmente de una parte de nuestro mercado.
Por tanto, hoy en día, un requisito importante, no sólo si queremos ser competitivos o tener éxito con nuestras empresas, sino también si queremos evitar correr el riesgo de que nos saquen del mercado, es innovar constantemente.
Innovar no necesariamente significa inventar nuevos productos o desarrollar nuevas tecnologías, innovar puede significar lanzar al mercado nuevos productos, pero que no necesariamente tengan que ser productos totalmente nuevos, sino que pueden ser productos basados en los productos que ya tenemos, pero con nuevos diseños, nuevos modelos, nueva marca, nuevo logotipo, etc.
Asimismo, éstos nuevos productos pueden estar basados en los productos que ya tenemos, pero a los cuales les hayamos agregado nuevas mejoras, nuevas características, nuevas funciones, nuevas utilidades, nuevos atributos, nuevos beneficios, etc.
Por otro lado, innovar también puede significar aplicar nuevas prácticas empresariales, desarrollar procesos más eficientes, desarrollar mejoras tecnológicas, implementar nuevas formas de distribución, diseñar nuevas estrategias, diseñar nuevas promociones, etc.
Para innovar, debemos estar siempre atentos a los cambios del mercado, a las nuevas necesidades, a los nuevos gustos, las nuevas preferencias, nuevos deseos, nuevas modas, nuevas tendencias; y luego, en base a esta información, hacer uso de nuestra creatividad, y empezar a innovar.
La innovación constante quizás no nos asegure tener una posición competitiva o alcanzar el éxito, pero, hoy en día, debido sobre todo al alto número de competidores y a las altas exigencias de los consumidores, dejar de innovar nos deja con seguridad fuera del mercado.