La entrevista de trabajo
La entrevista de trabajo es una herramienta propia del proceso de reclutamiento y selección de personal que consiste en una interrogación verbal que se le realiza a un postulante o candidato a un puesto de trabajo con el fin de determinar si es idóneo para dicho puesto.
Ésta se basa en la realización de preguntas abiertas las cuales nos permiten obtener información del postulante que nos ayude a determinar si cumple con los requisitos necesarios para el puesto, si se ajusta a la cultura o al ambiente de la empresa y, en última instancia, si es el más idóneo para el puesto.
Las preguntas realizadas en una entrevista de trabajo pueden ser programadas previamente; sin embargo, para una mejor evaluación del candidato, debemos improvisar y dirigir la entrevista de acuerdo a las respuestas que éste vaya dando, por ejemplo, obviando algunas preguntas que estaban programadas, ahondando en otras o modificándolas.
Por tanto, no existe un proceso estándar para este tipo de entrevista, pero sí existen algunos que nos pueden servir como guía o referencia para desarrollar el nuestro, tales como el que les presentamos a continuación:
Introducción
En esta primera etapa de introducción le damos la bienvenida al candidato, nos presentamos, lo saludamos dándole la mano, y lo invitamos a tomar asiento.
Casi todos los postulantes tienen cierta ansiedad cada vez que van a ser entrevistados, por lo que nuestro objetivo en esta etapa debe ser tratar de reducir la ansiedad del postulante de tal modo que se muestre lo más natural posible.
Para ello, podríamos iniciar una breve conversación sobre algún tema sin importancia, comentar algo que no tenga que ver con la entrevista o, luego de haberlo invitado a tomar asiento, hacerle preguntas tales como:
- ¿Le ha costado mucho llegar acá?
- ¿Cómo se enteró de la convocatoria?
- ¿Cómo así llegó su currículum?
En esta etapa de introducción también es posible explicarle brevemente cómo será el desarrollo de la entrevista, lo cual podría incluir el pedirle permiso para tomar notas durante ésta.
Formación y experiencia
Luego de la introducción pasamos de manera natural a las preguntas propias de la entrevista, empezando por las preguntas relacionadas con la formación académica y experiencia laboral del postulante.
Para realizar estas preguntas es posible guiarnos de su currículum y hacerle preguntas específicas con respecto a las fechas o a su contenido, lo cual a su vez nos permitirá ahondar en éste así como corroborarlo.
Algunas preguntas que podríamos hacerle en esta etapa son:
- ¿Qué estudios ha realizado?
- ¿Qué lo motivó a estudiar lo que estudió?
- ¿Cuál es su experiencia en el puesto?
- ¿Qué logros significativos tuvo en su antiguo trabajo?
Aspectos personales
Una vez que hemos indagado sobre su formación académica y experiencia laboral, pasamos a hacerle preguntas sobre aspectos personales, de tal manera que podamos conocer un poco más sobre él.
Algunas preguntas que podríamos hacerle en esta etapa son:
- ¿Cuáles son sus aficiones, hobbies o intereses?
- ¿Cuáles es su mayor virtud?
- ¿Cuál es su mayor defecto?
- ¿Cuáles son sus objetivos a corto, mediano y largo plazo?
Preguntas sobre el puesto, su desempeño laboral y la empresa
Posteriormente, pasamos a hacerle preguntas relacionadas al puesto al cual está postulando, a su desempeño en el trabajo y a la empresa, de tal manera que podamos tener una mejor idea de lo que esperamos de él.
Algunas preguntas que podríamos hacerle en esta etapa son:
- ¿Por qué desea trabajar en este puesto?
- ¿Por qué deberíamos contratarlo?
- ¿Cómo maneja usted la presión?
- ¿Qué le ofrece usted a esta empresa?
Cierre
En esta última etapa, le damos la oportunidad al postulante para que pueda agregar cualquier cosa que desee, o para que nos haga cualquier consulta relacionada al puesto, a la empresa, o al proceso de selección.
Por ejemplo, podríamos preguntarle:
- ¿Algo más que quiera agregar?
- ¿Tiene alguna pregunta?
- ¿Tiene alguna duda?
En este punto también podemos optar por explicarle algunas particularidades del puesto, contarle algo sobre la empresa, o indicarle cuál será el siguiente paso en el proceso de selección.
Luego nos ponemos de pie, le agradecemos por haber acudido a la entrevista y por habernos dedicado su tiempo, y nos despedimos de él dándole la mano.
Y, finalmente, una vez que el candidato se haya retirado, tomamos notas sobre éste (por ejemplo, sus puntos a favor y en contra), de tal modo que se nos haga más fácil compararlo posteriormente con los demás candidatos, y determinar así si es el más idóneo para el puesto.