Los objetivos personales
Los objetivos personales son resultados que una persona se propone lograr o alcanzar en la vida.
Establecer objetivos personales es fundamental para el éxito de una persona ya que estos nos ayudan a ordenar nuestra vida, nos señalan el camino, nos sirven de guía, nos revelan prioridades, nos ayudan a programar nuestro inconsciente para poder alcanzarlos, y nos sirven como fuente de motivación.
Veamos a continuación cuáles son los pasos necesarios para establecer y alcanzar nuestros objetivos personales:
1. Establecer objetivos generales
Los objetivos generales son aquellos fines genéricos que queremos lograr o alcanzar en la vida.
Para establecer nuestros objetivos generales, podríamos tomar en cuenta nuestro propósito en la vida, nuestros sueños, nuestra pasión, aquello que nos gusta mucho hacer, o aquello que pensamos que nos haría felices o nos permitiría tener una vida plena.
Algunos ejemplos de objetivos generales podrían ser: ser millonarios, ser económicamente independientes, desarrollarnos profesionalmente, ser empresarios exitosos, encontrar el amor de nuestra vida, formar una familia, ser los mejores en lo que hacemos, tener un excelente estado de salud, etc.
Al momento de establecer nuestros objetivos generales, debemos procurar que no sean tantos, de modo que podamos enfocarnos y concentrar nuestra energía en pocos objetivos, y no la dispersemos en varios, pudiendo al final no conseguir ninguno. Lo recomendable es establecer como máximo unos cinco objetivos generales.
Una forma de establecer pocos objetivos generales es establecer objetivos que abarquen otros; por ejemplo, si queremos tener una casa y un auto, podríamos establecer como objetivo el tener mucho dinero.
2. Establecer objetivos específicos
Los objetivos específicos, también conocidos como metas, son objetivos concretos y medibles, que sumados nos permiten alcanzar nuestros objetivos generales.
En general, los objetivos específicos deben ser:
- concretos: deben tener una definición clara y precisa. Mientras más claros y precisos sean, mayores posibilidades tendremos de alcanzarlos.
- medibles: deben ser cuantitativos y estar ligados a un límite de tiempo; por ejemplo, ganar un determinado monto de dinero en un determinado plazo.
- ambiciosos: deben ser desafiantes, capaces de emocionarnos, casi inalcanzables. Objetivos ambiciosos nos proporcionan una mayor motivación, pero además, en caso de no alcanzarlos, al menos nos permiten obtener un resultado un poco menor, pero satisfactorio; a diferencia de objetivos pequeños en donde en caso de no alcanzarlos podríamos sentirnos decepcionados.
- alcanzables: deben ser ambiciosos, pero realistas, razonables y factibles. Debemos tener la creencia de que son posibles y están a nuestro alcance.
Para establecer nuestros objetivos específicos debemos tomar en cuenta nuestros objetivos generales; por ejemplo, si uno de nuestros objetivos generales es ser libres financieramente, algunos de nuestros objetivos específicos podrían ser: tener ingresos mensuales de 5 000 dólares para el próximo año, tener nuestra propia empresa en un plazo de 2 años, escribir un libro en un plazo de 6 meses, etc.
Al igual que en el caso de los objetivos generales, también debemos procurar establecer pocos objetivos específicos. Lo recomendable es tener como máximo unos cinco objetivos específicos por cada objetivo general que tengamos.
3. Diseñar planes de acción
Una vez que hemos establecido nuestros objetivos, el siguiente paso consiste en diseñar planes de acción que incluyan los pasos o acciones que vamos a realizar para poder alcanzarlos.
Por ejemplo, si uno de nuestros objetivos es tener ingresos mensuales de 5 000 dólares para el próximo año, podríamos establecer como pasos o acciones a realizar: solicitar un aumento de sueldo, buscar un nuevo empleo, aumentar las ventas de nuestro negocio, aprender a invertir en la Bolsa de Valores, etc.
O si nuestro objetivo es tener nuestra propia empresa, podríamos establecer como pasos o acciones a realizar: buscar ideas de negocios, buscar fuentes de financiamiento, hacer los contactos necesarios, buscar un socio, elaborar un plan de negocios, etc.
4. Poner todo por escrito
Poner por escrito nuestros objetivos, así como los pasos o acciones que vamos a realizar para poder alcanzarlos, nos ayuda en la consecución de nuestros objetivos ya que nos permite hacer una fuerte declaración de estos, así como poder recordarlos permanentemente.
Los pasos necesarios para poner por escrito nuestros objetivos así como nuestro plan de acción son los siguientes:
- escribir objetivos generales: en primer lugar hacemos una lista con todos nuestros objetivos generales ubicados en orden de importancia, poniendo nuestro objetivo principal en la parte de arriba.
- escribir objetivos específicos: luego, en la misma lista (aunque también es posible hacerlo en otra) escribimos los objetivos específicos que nos hemos propuesto alcanzar para poder cumplir cada objetivo general (en caso de ponerlos en la misma lista los escribimos debajo de cada objetivo general).
- escribir plan de acción: y, finalmente, en una lista aparte (aunque también es posible hacerlo en la misma lista de los objetivos) escribimos los pasos o acciones que vamos a realizar para poder cumplir nuestros objetivos.
Nuestra lista de objetivos debe estar en un lugar (o varios lugares) que siempre miremos, de modo que siempre tengamos presente cuáles son nuestros objetivos y, por ejemplo, recordemos que siempre debemos hacer cosas que nos permitan alcanzarlos, y evitar hacer cosas que nos desvíen del camino hacia su cumplimiento.
Por ejemplo, nuestra lista podría estar ubicada en un cuaderno que siempre utilicemos, en el cajón de nuestro escritorio, en nuestra computadora, en nuestra billetera o, incluso, en la pared de nuestro cuarto u oficina o en el espejo de nuestro baño.
Cabe resaltar que nuestra lista de objetivos debe ser flexible, lo que significa que con el tiempo podemos agregarle nuevos objetivos o modificar alguno, quitarlo de la lista, o cambiarlo de ubicación (al cambiar nuestras prioridades).
Lo mismo en el caso de nuestros planes de acción, debemos revisar constantemente los pasos y acciones que vamos a realizar para poder alcanzar nuestros objetivos, y modificarlos o cambiarlos en caso de que no estemos obteniendo los resultados esperados.
5. Actuar
De nada sirve establecer objetivos si no hacemos nada por alcanzarlos, por lo que el siguiente y último paso consiste en poner en práctica nuestros planes de acción tan pronto como nos sea posible, y empezar así nuestro camino hacia el cumplimiento de nuestros objetivos.