La delegación
La delegación es el proceso a través del cual se transfiere a un trabajador el poder, la autoridad, la autonomía, la facultad o la responsabilidad para que pueda tomar decisiones, resolver problemas, desempeñar funciones o ejecutar tareas, sin necesidad de consultar u obtener la aprobación de sus superiores.
A través de la delegación el trabajador adquiere el poder para tomar las decisiones que crea conveniente, la autoridad para ejecutar la tarea como juzgue mejor, la autonomía en el desempeño de la tarea, la facultad para representar a su superior en el cumplimiento de la tarea, y la responsabilidad por la tarea y por los resultados.
El principal beneficio de la delegación es el de poder distribuir niveles adecuados de poder, autoridad, autonomía, facultad y responsabilidad en toda la empresa y, de ese modo, fortalecer a todos los miembros de ésta, aumentando su esfuerzo y dedicación y, a la vez, aprovechando al máximo sus conocimientos y capacidades.
Pero además de éste, la delegación presenta varios otros beneficios o ventajas:
- liberar la carga de trabajo: la delegación permite liberar la carga de trabajo a los gerentes, jefes o superiores otorgándoles así un mayor tiempo que pueden utilizar en labores más estratégicas.
- aprovechar las competencias de los trabajadores: permite aprovechar al máximo los conocimientos, las habilidades, las capacidades, las aptitudes, la creatividad y el liderazgo de los trabajadores.
- mayor motivación: aumenta la autoestima y la motivación de los trabajadores al sentirse éstos más considerados, más útiles y más importantes.
- mayor compromiso: aumenta la identificación y el compromiso de los trabajadores con la empresa al sentirse éstos más reconocidos, más tomados en cuenta y con mayor influencia en los resultados.
- mayor participación: al haber mayor identificación y compromiso con la empresa, permite obtener trabajadores más cooperativos y participativos.
- mayor productividad: al haber mayor motivación, compromiso y participación, permite obtener trabajadores más productivos.
- mayor eficiencia: permite una mayor eficiencia en la toma de decisiones, en la resolución de problemas y en la ejecución de tareas.
- mayor competitividad: mayor productividad y eficiencia permite obtener una mayor competitividad.
Tal como vemos, la delegación aporta varios beneficios o ventajas; sin embargo, una mala delegación, en vez de beneficios puede traer consecuencias negativas que pueden llegar a afectar el rumbo de la empresa.
Esto se da, por ejemplo, cuando se practica la delegación con trabajadores que no están lo suficientemente capacitados como para cumplir sus nuevas funciones, o cuando no se les brinda la información o los recursos necesarios para el buen cumplimiento de éstas.
Por lo que para poder aprovechar todos los beneficios que la delegación presenta y a la vez evitar sus posibles consecuencias negativas, es necesario cumplir con algunos requisitos y seguir algunos pasos que veremos a continuación:
- determinar la función o tarea a delegar: en primer lugar debemos determinar y definir claramente cuál será la función o tarea que necesitamos y vamos a delegar.
- determinar a quién se le va a delegar: no debemos delegar a cualquier trabajador, sino a aquél que cuente con la capacidad necesaria para el cumplimiento de la función o tarea.
- proporcionar información y recursos necesarios: proporcionamos al trabajador toda la información y los recursos necesarios para que pueda cumplir la función o tarea de manera eficiente.
- capacitar: en caso de que el trabajador no esté muy familiarizado con la función o tarea, le brindamos el entrenamiento o la capacitación necesaria para el buen cumplimiento de ésta.
- controlar: establecemos los mecanismos que nos permita seguir y controlar al trabajador, y luego procedemos a hacer el seguimiento y el control de su desempeño, procurando no interferir con éste.
- brindar retroalimentación: le brindamos al trabajador toda la información que requiera y que le permita saber si está realizando la función o tarea de manera correcta.
- evaluar: establecemos los mecanismos que nos permitan evaluar al trabajador, y luego procedemos a hacer la evaluación de su desempeño o de los resultados obtenidos.
- recompensar: si el desempeño o los resultados son negativos, procedemos a analizar los errores y las consecuencias; pero si son positivos, procedemos a reconocer y recompensar al trabajador.