Razones por las que quiebra un negocio
Las estadísticas no son nada alentadoras, éstas señalan que 8 de cada 10 nuevos negocios cierran o quiebran antes de los 3 años.
Veamos a continuación cuáles son las principales razones por las que un nuevo negocio fracasa antes de cumplir estos 3 años, y algunos consejos que nos ayuden a hacer frente a cada una de ellas.
Falta de experiencia
El principal motivo del fracaso en los nuevos negocios es la falta de experiencia, muchos emprendedores se lanzan a montar un negocio sin contar con la debida experiencia o capacitación, ya sea en la creación y gestión de negocios en general, o en el tipo de negocio que crean.
La recomendación es que si no contamos con suficiente experiencia, ello no debe ser motivo para no iniciar nuestro negocio, pues podemos compensar dicha falta de experiencia con una buena preparación, o con asociarnos o asesorarnos con personas que sí la tengan, y que nos puedan ayudar o asesorar en nuestro negocio.
Falta de capital
Otro de los motivos del cierre de empresas es la falta de dinero, muchos empresarios no calculan bien la inversión y, debido a ello, llega un momento en que hace falta un mayor capital, y cuando ello sucede, no cuentan con los medios necesarios para poder conseguirlo.
La recomendación es que antes de iniciar un negocio, presupuestemos bien nuestro flujo de dinero, de modo que sepamos bien cuál será nuestra inversión, y no termine faltándonos capital.
No contar con un plan de negocios
Muchos emprendedores pasan por alto la etapa del desarrollo de un plan de negocios, no le dan la debida importancia, hasta que finalmente se dan cuenta de que el negocio no era rentable, que les falta mayor inversión, que no saben cómo aumentar su ventas, etc.
Antes de iniciar un negocio, sea el tamaño que sea, siempre debemos realizar un plan de negocios, ello nos ayudará a saber de antemano si el negocio será rentable, a tener un aproximado sobre nuestros futuros ingresos y egresos, a tener una guía para montar y hacer crecer nuestro negocio, entre muchos otros beneficios.
Falta de marketing y publicidad
Muchos dueños de negocios piensan que con el sólo hecho de abrir las puertas del negocio, los clientes aparecerán como por arte de magia. No cuentan con un plan de marketing, y ello muchas veces se traduce en que los consumidores ni siquiera sepan de la existencia del negocio.
Siempre debemos contar con un plan de marketing, en donde señalemos cuáles serán las estrategias de marketing que utilizaremos, y siempre debemos destinar un presupuesto considerable para poder aplicar estas estrategias.
Mala ubicación del negocio
Muchos negocios terminan cerrando, porque inicialmente no tomaron bien una de las decisiones más importantes: la ubicación del negocio.
La decisión de la ubicación del local de un negocio, es una decisión que siempre debemos analizar bien, y en la cual siempre debemos tomarnos nuestro tiempo.
Demasiada carga de trabajo
Una razón común del cierre o quiebra de un negocio, es la carga de trabajo en la que termina el empresario.
Muchos dueños de negocio terminan siendo esclavos de su negocio, terminan trabajando durante todo el día, y durante todos los días, y aún si quisieran no pueden dejar de trabajar, pues el negocio depende de ellos para seguir adelante.
Lo que finalmente terminar por agotar al empresario, haciendo que tome malas decisiones, o que decida por su propia cuenta cerrar el negocio.
La recomendación es empezar un negocio haciendo un poco de todo, y trabajando todo el día, pero posteriormente, tener la capacidad para contratar al personal adecuado, y para saber delegarles autoridad.
Falta de flexibilidad
Muchos negocios quiebran debido a que sus dueños no tienen la suficiente flexibilidad para hacer cambios cuando éstos son necesarios.
Muchos empresarios no toman muy en cuenta los cambios que se dan en el mercado o, en todo caso, no aceptan que su negocio está en mal camino, y es necesario cambiar el rumbo. Y, lo que es peor, cuando son conscientes de ello, no tienen la capacidad para enrumbar correctamente su empresa.
Debemos ser capaces de detectar a tiempo los cambios que se dan en el mercado, y ser capaces para reconocer que en ocasiones nuestro negocio está en el camino equivocado, y luego, tener la suficiente flexibilidad para replantear las cosas y guiar nuestro negocio en el rumbo indicado.